Cuando a un ser querido le diagnostican Alzheimer, toda la familia se ve afectada. Como padre o madre, es natural que quieras proteger a tus hijos, evitarles el dolor y la confusión que este diagnóstico puede traer. Sin embargo, también es fundamental ofrecerles herramientas para comprender lo que ocurre. ¿Cómo hablarles? ¿Qué decirles? ¿Cómo cuidarlos emocionalmente sin dejar de cuidar al familiar que lo necesita? En este blog quiero acompañarte con claridad, empatía y propuestas que te ayuden a dar este paso con conciencia y amor.
El Aceptar que el Alzheimer es un cambio familiar, no solo individual
Cuando alguien en casa vive con Alzheimer, toda la dinámica familiar se transforma. No es solo la vida del abuelo o de la abuela la que cambia: cambian las rutinas, las emociones, los silencios, las prioridades. Los niños perciben esto, incluso si no se les dice nada. Lo importante es comprender que prepararlos no significa asustarlos, sino integrarlos desde su realidad y madurez.
Aqui es sumamente importante reconocer un tema el cual no hablamos o lo que no decimos ante esta situacion: los síntomas en los niños
Muchos padres me dicen: “mi hijo está bien, no hemos hablado del tema, no quiero preocuparlo”. Pero luego observan comportamientos como el insomnio, la irritabilidad, la ansiedad o un cambio de comportamiento drastico en el colegio. Estas señales no siempre se relacionan directamente con el Alzheimer, pero sí con el ambiente emocional de la familia. Los niños absorben más de lo que imaginamos. Prepararlos es también cuidar su bienestar y es por esto que es de suma importancia que hagamos espacio para hablar de estos temas.
Muchos padres me preguntan, cómo podemos iniciar la conversación sobre el Alzheimer en familia.
El primer paso es hablar desde el corazón, con palabras sencillas y sinceras. Tenemos que comenzar a explicarle a nuestros hijos que el abuelo o la abuela (o quien sea la persona con esta condicion) está teniendo problemas para recordar cosas, que puede confundirse, repetir o incluso enojarse sin razón. Puedes usa ejemplos concretos según la edad del niño. Es necesario el evitar frases como “está loco” o “ya no es el mismo”, porque generan miedo o rechazo.
Puedes decir algo como:
«El abuelo tiene una enfermedad que afecta su memoria y por eso a veces se le olvidan cosas o se pone un poco confundido. Pero sigue siendo el mismo abuelo que te quiere mucho.»
Dentro de esta dinamica el Validar las emociones de tus hijos sin cargarles el peso es una manera de trabajar y darle valor a lo que ellos estan sintiendo.
Es importante dejar espacio para que ellos también expresen tristeza, rabia o miedo. Puedes preguntar: “¿Cómo te sientes tú con todo esto?” Y escucha sin corregir, sin juzgar. Dales la seguridad de que lo que sienten es válido y que no están solos. También aclara que no son responsables del cuidado y que tú estás ahí para ellos.
5. Acompañar sin sobreproteger: un equilibrio posible
No se trata de ocultar la realidad ni de convertirlos en cuidadores. Acompañar es permitir que participen si quieren: hacer un dibujo para el abuelo, acompañarlo a una caminata, o simplemente estar presente. Cada pequeño gesto cuenta. También es vital mantener, en la medida de lo posible, sus espacios de juego, estudio, descanso y alegría.
6. ¿Y tú, cómo estás? El autocuidado también es parte del proceso
Hablar con tus hijos sobre Alzheimer puede remover emociones profundas. Tal vez sientes que te rompe el alma ver cómo alguien a quien amas se deteriora… y a la vez tienes que sostener a tus hijos. Por eso es tan importante que te des permiso para sentir, buscar apoyo, y no exigirte perfección. Si tú estás bien, ellos también estarán mejor.
Este blog es solo una guía inicial. Si estás atravesando este proceso, quiero decirte que no estás sol@. He creado una guía práctica para madres y padres que desean saber cómo hablar con sus hijos sobre el Alzheimer de un ser querido, con más detalles, ejemplos y propuestas concretas para cada etapa. Si sientes que necesitas orientación, la guía está disponible para ti.
👉 Puedes conocer más sobre la guía aquí
Y recuerda: hablar es sanar, conectar, sostener. Tus hijos también merecen ser acompañados en este camino.
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Allí compartimos, escuchamos y nos recordamos que no estamos solos.
Y si tú no eres quien esta en este proceso… pero conoces a alguien —un familiar, una amiga(o), un colega— que está cuidando a alguien con Alzheimer, por favor comparte este artículo.
Podría ser justo lo que esa persona necesitaba leer para sentirse menos sola.
Gracias por haber llegado hasta aquí.
Gracias por tu valentía al leer algo tan profundo.
Gracias por cuidar, incluso cuando duele.
Estoy contigo. Te escucho. Y aquí estoy.
—Didra 💙
Soy Didra Lorenzo, Tanatóloga y Coach Emocional Holistica y estoy aquí para guiarte en este desafiante camino. Juntos podemos crear un espacio seguro y confidencial para que compartas tus sentimientos y en un lugar sin juicio y con un corazon abierto.
Blog #58
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