Hay pérdidas que tienen palabras, rituales, acompañamiento.
Y hay otras… que se viven en silencio.
La pérdida de un hijo —sea en el embarazo, en la infancia, en la juventud o en cualquier momento— toca un lugar tan profundo en el alma, que no siempre encuentra cómo expresarse.
No hay nombre para una madre que ha perdido un hijo.
No somos viudas, no somos huérfanas.
Simplemente quedamos… con los brazos vacíos, y el corazón lleno de preguntas.
Este blog nace desde ahí. Desde el dolor que no se ve, desde las lágrimas que no siempre se lloran en voz alta, y desde esa inmensa necesidad de sentirnos acompañadas, vistas y comprendidas.
Índice de Contenidos
El duelo por un hijo no tiene tiempo
No importa cuánto haya pasado. Un año, cinco, diez o más. La ausencia no se mide en días, sino en momentos. En lo que no fue. En lo que soñamos y no sucedió.
- A veces el duelo regresa sin avisar:
- Cuando vemos a un niño de la edad que tendría el nuestro.
- Cuando llega una fecha importante.
- Cuando escuchamos una canción.
- O simplemente, en un día cualquiera, mientras lavamos los platos o vemos caer la lluvia.
- Y eso está bien.
No es una señal de que no hayamos sanado. Es una señal de que ese amor sigue vivo. Y donde hay amor, hay duelo.
¿Por qué este duelo es tan diferente?
Porque no sigue un patrón. Porque muchas veces, no nos sentimos comprendidas. ¿Te ha pasado que alguien intenta consolarte diciendo cosas como…?
- “Al menos fue temprano, no lo conociste mucho.”
- “Eres joven, puedes tener más.”
- “Todo pasa por algo.”
Frases que, aunque quizás bien intencionadas, duelen más de lo que ayudan. Porque ninguna madre olvida a su hijo, sin importar cuánto tiempo estuvo con ella. Este tipo de duelo es profundo, muchas veces solitario, y lleno de capas que requieren ser miradas con mucha ternura y sin juicio.
Lo que nadie ve:
A veces creemos que tenemos que mostrar fortaleza. Que no podemos llorar porque “ya pasó tiempo”. Que no podemos hablar del tema porque “incomoda”. Y así vamos guardando el dolor en un cajón invisible, esperando que algún día duela menos. Pero el dolor guardado no desaparece, solo se transforma. En ansiedad, en tristeza, en silencios eternos.
Lo que nadie ve… es el vacío en la mesa. El hueco en la fotografía. Las preguntas sin respuestas. La culpa. El enojo con la vida, con Dios, con el cuerpo, con todo. Y aún así… seguimos. Porque así somos las madres: aprendemos a caminar con el alma rota.
No estás sol@
Este blog no busca darte soluciones mágicas. No te voy a decir que todo pasa, ni que el tiempo lo cura todo. Pero sí quiero que sepas esto: No estás sol@.
Hay una red de madres que han caminado este mismo camino. Cada una con su historia, su pérdida, su dolor. Y muchas hemos encontrado espacios seguros donde volver a respirar, a hablar sin miedo, a recordar sin culpa. Este blog es uno de esos espacios. Y poco a poco iremos construyendo otros: más textos, más palabras, más acompañamiento. Porque el duelo necesita tiempo, pero también necesita comunidad.
¿Qué ayuda en el proceso?
No hay recetas. Pero quiero compartirte algunas cosas que han ayudado a muchas madres que acompaño como tanatóloga, y también a mí en mi propio camino:
🌱 1. Validar tu dolor
No importa si fue una pérdida gestacional, neonatal, en la infancia o adultez.
Tu dolor es real, profundo, legítimo.
No necesitas justificarlo ni compararlo.
✍🏼 2. Escribir tu historia
Escribir es una forma de sanar.
Puedes escribirle a tu hijo.
O escribir lo que no pudiste decir en ese momento.
No para publicarlo. Para ti.
🤍 3. Hablarlo con alguien que te escuche sin juicio
Ya sea una terapeuta, una tanatóloga o una amiga.
Hablarlo en voz alta cambia la energía.
Lo que nombramos, se transforma.
🕯️ 4. Crear rituales
Una vela encendida.
Una carta en una caja.
Una planta sembrada en su nombre.
Los rituales dan forma a lo invisible.
🌸 5. Permitirte momentos de alegría sin culpa
Reír no es traicionar a tu hijo.
Seguir adelante no es olvidarlo.
Sanar es una forma de honrar su vida.
A las madres que nadie ve
Este blog también es para ti:
- Si tuviste una pérdida que no contaste.
- Si nadie supo que estabas embarazada.
- Si te dijeron que “no era nada”.
- Si sientes que no tienes derecho a llorar porque “no llegaste a tenerlo en brazos”.
Te veo. Te reconozco. Te honro.
¿Cómo seguir sin olvidar?
Una de las preguntas más comunes que escucho es:
«¿Cómo sigo con mi vida sin olvidar a mi hijo?»
La respuesta no está en elegir entre recordar o sanar.
Puedes hacer las dos cosas.
Puedes hablar de él. Puedes recordarlo en fechas especiales. Puedes hacer algo en su honor. Y al mismo tiempo… puedes volver a vivir, a reír, a reconstruir tu mundo. No es traición. Es amor en transformación.
El grupo de madres que acompaño:
A lo largo del tiempo, he tenido el privilegio de acompañar a muchas mamás en su proceso de duelo. Y poco a poco, me di cuenta que hacia falta un lugar de apoyo suave, tranquilo y por eso cree un grupo privado de WhatsApp, un espacio donde no se juzga, no se presiona, y es esa mano amiga donde envio reflexiones, afirmaciones, mensajes de apoyo dos o tres veces en semana para que sirva de compañia.
Si alguna vez te sientes sola, o necesitas palabras cálidas, puedes escribirme. Te acompaño a entrar a ese pequeño espacio seguro donde otras mujeres, como tú, siguen caminando.
(Al final de este blog puedes encontrar cómo contactarme).
Este blog es el primero de muchos
Hoy escribo este blog con el corazón abierto.
Es el primero de muchos.
Cada entrada que vendrá tendrá un tema más específico:
- ¿Cómo atravesar fechas importantes?
- ¿Qué decirle a los hermanos cuando un hijo se va?
- ¿Cómo hablar con la familia cuando no entienden mi dolor?
- ¿Cómo reconstruirme cuando ya no hay más hijos en el camino?
- ¿Cómo vivir la espiritualidad en medio del duelo?
Quiero que cada palabra que leas aquí sea un abrazo.
Que cada historia que encuentres te recuerde que no estás sola.
Y que, aunque nunca vuelva a ser igual… puedes volver a vivir desde otro lugar, con otra mirada, con otra paz.
Gracias por leer hasta aquí. Sé que no es fácil. Sé que cada palabra puede remover emociones profundas.
Tómate tu tiempo. Respira. Llora si lo necesitas.
Y si sientes que este blog puede ayudar a otra mamá, compártelo.
Nos necesitamos unas a otras.
Porque el duelo no se supera… se camina.
Y ese camino, si lo haces acompañada, es un poco más llevadero.
Un abrazo desde la distancia, Didra
Soy Didra Lorenzo, Tanatóloga y Coach Emocional Holistica y estoy aquí para guiarte en este desafiante camino. Juntos podemos crear un espacio seguro y confidencial para que compartas tus sentimientos y en un lugar sin juicio y con un corazon abierto.
📞Coordinemos una llamada Hoy: 785-865-8597 📧 Email: info@didralorenzo.com
- Whatsapp: https://wa.me/message/TKENNRWQYM7FN1
Blog # 54
✏️ Subscribete a mi Newsletter y Descubre herramientas, talleres, libros y más para tu sanación espiritual y emocional en nuestros últimos blogs: > Subscribete al Newsletter aquí!
✏️ Subscribe to my newsletter and discover tools, workshops, books, and more for your spiritual and emotional healing in our latest blogs: > Subscribe Here!